viernes, 18 de noviembre de 2011

TDAH una vida compartida

                                                 Por Isabel Gonzalí
Estudiante del 3er Semestre de la Licenciatura en Educación Primaria de la Escuela Normal Particular Justo Sierra Méndez. 

 — ¡Correee, vuelaaa yupiii! — dice Andrés, quien los últimos 30 minutos de la clase no ha parado de jugar con su avión de papel, sus compañeros empiezan a inquietarse e imitarlo con sus carreras por todo el salón, la profesora lo sigue desesperada y cuando lo atrapa… 

 Lo lleva a la dirección donde sucede lo de siempre, llamada telefónica a los padres, quienes ya malhumorados de que sea el mismo motivo TODOS los días, hablan con el director de la escuela esperando a oír la sentencia de esta tremenda situación. Ya en casa Andrés permanece en silencio dentro de su habitación tirando y aventando múltiples objetos por su ventana, se encuentra molesto, en la sala sus padres se miran preguntándose ¿en qué nos hemos equivocaron? 

 La escena anterior parece muy común en nuestra sociedad, escuelas públicas y particulares, pues cada día son más nuestros niños con algún trastorno de personalidad no diagnosticado, la responsabilidad no solo la asumen los padres y maestros: sino toda persona que interactúe de manera directa. Entonces ¿desde dónde podemos atender esta situación? 

Sin duda el camino al cual nos enfrentamos resulta un tanto fangoso, aunque dependiendo del trabajo y colaboración de las partes correspondientes puede resultar ameno, primeramente se debe tener en cuenta la valorización o diagnóstico de un médico especialista, la sensibilización por parte de la familia, maestros y personas con quienes convive el niño o persona con TDAH, en un principio resultara complicado comprender la actitud del paciente, la perseverancia y motivación ayudaran a docentes y familiares a comprender que el TDAH constituye una vida compartida, donde el paciente no debe ni puede encontrarse solo, en medida de que él cuente con mayor apoyo mejores y mayores logros tendrá dentro de su tratamiento, tal medida de aceptación en la sociedad será igual a la constancia con que nosotros participemos. Ni escuelas particulares o públicas cuentan con suficientes conocimientos y/o equipos necesarios para diagnosticar y enfrentar este tipo de trastornos en niños de edad escolar, es aquí donde se debe trabajar en conjunto, y responsabilidad, si bien no para el beneficio particular, si debería ser posible para la ejecución de planes y alternativas que vislumbren el inicio de nuevas oportunidades a este estilo de vida compartida que nos brindan los niños con TDAH, donde afortunadamente somos los participantes inherentes en este largo camino de retos y adversidades que como ya sabemos difieren en cada paciente. 

 ¿Qué pensamos los que nos preparamos en el área educativa y que aún no estamos inmersos en este tipo de ambientes?, la sociedad demanda conocimiento cuando se le exige ser sensible a este tipo de situaciones, en entrevista con el Samuel Palma [1] comentamos lo siguiente: 

 1.- ¿Cómo percibe la aceptación del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) en nuestro país? A pesar de estar catalogado dentro de los primeros trastornos mentales en México, es apenas hasta el año 2000 que se le presta mayor interés a esta clase de padecimientos, Según la facultad de Psicología de la UNAM en la década de los 50’s la población con TDAH era apenas de 1 por cada 10 mil niños; actualmente el 12 % de la población en nuestro país padece este trastorno, lo cual es considerado un problema de salud pública en cuanto a tendencia de crecimiento, agravado por el carácter neurobiológico de dicho trastorno, los factores ambientales condicionan la aparición exponencial en la población mexicana. 

 2.- ¿Qué dificultades presentan los niños con TDAH en su aprendizaje? Mantener el ritmo de aprendizaje, la conciencia de su desarrollo educativo, y encontrar ese nicho de aprendizaje edificado de acuerdo a sus necesidades, además de conferirle tareas que le sean propicias para mejorar la concentración y otros aspectos cognitivos que le generen un exitoso desarrollo educativo y social. 

 3.- ¿Con que conocimientos y recursos cuentan los centros educativos en relación al TDAH (trastorno por déficit de atención e hiperactividad) que manifiestan sus alumnos? Cada centro presenta su propio reto, al menos en el sector público a pesar de los innumerables esfuerzos no siempre se cuenta con el personal capacitado o los recursos didácticos adecuados, la mayor parte se sufraga con los recursos familiares del niño afectado, y el apoyo familiar casi siempre es el más valioso, sobre todo puesto que tienen y disponen de la sensibilidad suficiente para atenderlo en la medida de sus propias necesidades, sin embargo esto no es suficiente, puesto que sabemos que estos niños necesitan la mano experta para lograr un exitoso aprendizaje. 

 4.- ¿Si se te presenta un alumno o familiar con TDAH que necesidades crees importantes que deberías atender, y por qué crees que es importante hacerlo? Adecuarme a sus necesidades, sensibilizarme respecto de su propia realidad y trasponer aquellas influencias benéficas en torno a la formación personal para mejorar su calidad de vida y de aprendizaje, paulatinamente buscar los medios para la efectiva integración en los sentidos emocionales, psíquicos, y sociales de aprendizaje. La importancia radica en asimilar su percepción para concebir un medio que permita canalizar sus energías y atención a una estructura formativa sólida, que se vuelva además un medio afectivo y socialmente coordinado para estimularlo hacia la normalidad. 

 5.- ¿Cuál es la atención que sabes se le debe brindar a los niños con TDAH? A diferencia de los niños normales y de otros con necesidades educativas especiales, a ellos se les debe tratar de tal manera que cada una de las actividades escolares que se le presenten tenga una cualidad de reto, de tal modo que se concentren en lograr un éxito a partir de ese reto, esta clase de estímulos suele rendir sus frutos de manera progresiva de tal modo que los retos cada vez deben der más grandes en tanto que la respuesta esperada este orientada a conseguir un aprendizaje efectivo. 

 Es así como podemos ser nosotros mismos detonadores de este cambio social y permitir ser el epicentro donde nuestra sociedad, quien se una al cambio social y no dude que es el TDAH una vida compartida. 

 [1] Estudiante de la licenciatura en ciencias de la Educación con terminal en Psicología Educativa.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario